Tribute to a bad man (La ley de la horca) es un inusual western dirigido con pulso firme por Robert Wise y protagonizado por uno de los mejores y más carismáticos actores de Hollywood: James Cagney. La historia de un rudo ranchero sin escrúpulos a la hora de linchar a todo forastero que se adentre en sus propiedades, permanece hoy en día como un clásico del género por su dureza en el argumento, algo que por fortuna empezaba a ser habitual en la época.
Para describir musicalmente el filme los productores confiaron la composición de la partitura al maestro húngaro Miklós Rózsa. Compuesta entre dos grandes obras como Diane y Lust for life, Tribute to a bad man es fiel reflejo del modo de componer de Rózsa, quien no dudó en reiterar su estilo enfático y retórico, pero incluyendo el aroma singular de la música tradicional norteamericana. Todo el score es profundamente enérgico; desde su Prelude hasta significativos temas como Punishment, Torture o Agony (que muestran en sus títulos el carácter dramático de una obra intensa y a la vez sombría, aunque sin dejar de lado las oportunas pinceladas costumbristas), Miklós Rózsa elabora una robusta pieza musical en la que no hay lugar para la superficialidad.
Orquestador: Eugene Zador (no acreditado).
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