
La película fue dirigida en 1925 por Fred Niblo y protagonizada, muy al estilo sobreactuado del momento, por Ramón Novarro, Francis X. Bushman y May McAvoy. Resultó la producción más arriesgada de la Metro Goldwyn Mayer hasta la fecha, pero afortunadamente para la major supuso un enorme éxito de público y crítica. De hecho, es considerada la mejor versión de la ingenua novela del general Lewis Wallace, quien escribió una historia de profundas emociones pero muy cándida desde el punto de vista literario.
El score de Davis, que afortunadamente no intenta imitar el compuesto en 1959 por Miklós Rózsa, es un alarde melódico, desde sus monumentales Opening titles (archivo de Goear) hasta el más romántico Esther and the young prince, pasando por los épicos The chariot race y Ben-Hur's return.
Toda la banda sonora es poderosa, sin resquicios, y una prueba inapelable de la clarividencia de un autor que siempre ha sabido emocionar desde lo equilibrado y académico.
Orquestador: Colin Matthews.
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