Como ocurría en el caso de otro gran maestro como era John Williams y la elección de su Monsignor, para Jerry Goldsmith me he decantado en esta primera cita (serán bastantes más, como es obvio) por su imponente trabajo para la película del casi siempre competente Peter Hyams Capricorn One (Capricornio Uno). Imponente no por ser una banda sonora de sonoridades espectaculares de principio a fin, sino por su tema principal (uno de mis preferidos) y por algunos cortes de orquestaciones majestuosas (su buen amigo Arthur Morton siempre supo sacar partido a la obra de Goldsmith).
Capricorn One es otro de esos scores que permanecen en mi memoria como de iniciación en el mundo de la música de cine. Recuerdo repetir una y otra vez el Main title en la edición de vinilo que, curiosamente, acaba de ser reeditada. Es una versión mejor arreglada que la que aparece en la película, y en ella luce con brillantez una de las orquestas favoritas del músico californiano: la Orquesta Filarmónica
Aunque la banda sonora tiene momentos de decaimiento, en los que Goldsmith sólo dibuja lo incidental, Capricorn One no es únicamente esto; es, en definitiva, una partitura cuyo solvente dramatismo seduce por su contundencia a la hora de acentuar la fuerza de las imágenes.
Orquestador: Arthur Morton.
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