Situada en el tiempo entre obras maestras indiscutibles como Explorers y Legend (1985), y Lionheart e Innerspace (1987), Link (1986) fue una banda sonora muy polémica en su momento. ¿La causa? El empleo "inadecuado" de elementos electrónicos centrados en la percusión en conjunción con los tradicionalmente orquestales (en este caso la siempre brillante Orquesta Filarmónica Nacional). Desde mi punto de vista, Link es una partitura modélica en la que precisamente destaca lo que entonces se tomó como base de la crítica. Ese peculiar estilo en el que Jerry Goldsmith desarrollaba como pocos la fusión electrónica (y no superficial) y orquestal siempre me ha parecido más que efectivo, salvo algún caso que prefiero olvidar.
Para la magnífica película de Richard Franklyn, el mago californiano volvió a sacar de la chistera toda una serie de melodías, en especial el tema central, que describen con inusitada precisión la atmósfera claustrofóbica y, a la vez, circense que narra el filme. Es un score juguetón pero que cuando debe ser dramático intensifica aún más dichos momentos de tensión.
Una obra pues que para muchos está en el cajón de los olvidados, pero que para mí refleja lo mejor de un genio. Ejemplo de ello es el emotivo tema Welcome Link (archivo Goear).
Enlaces de interés:
Orquestador: Arthur Morton.
0 comentarios:
Publicar un comentario