Sin pistas (Without a clue) es una comedia dirigida por Tom Eberhardt y protagonizada por unos excelentes Michael Caine y Ben Kingsley en una ingeniosa vuelta de tuerca sobre la historia de Sherlock Holmes en la que el doctor Watson pasa a ser el detective.
En cuanto a la música de Henry Mancini resulta un ejemplo más de su enorme talento, ofreciendo al feliz oyente todo un concierto repleto de melodías ágiles y lúdicas que sirven de magnífico telón a la historia del film. Alejándose de su etapa dominada por los temas de influencia jazzística, Without a clue supone un acercamiento más generoso a lo orquestal. Ningún tema además hace decaer el score; más bien todo lo contrario, pues la partitura es un prodigio de composición donde las tonalidades lúcidas y cromáticas nos devuelven a una época en la que la música de cine brillaba con luz propia gracias al saber hacer de genios como Mancini que nunca olvidaremos.
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