
Hoosiers (Hoosiers: Más que ídolos) es una película de temática deportiva que hoy en día aún permanece como una producción modesta pero realmente emotiva gracias a las eficientes interpretaciones de Gene Hackman y, sobre todo, Dennis Hopper. Pero en dicha eficiencia emocional juega un papel esencial la enérgica partitura del maestro Jerry Goldsmith, quien compuso una obra a medio camino entre el dinamismo de la percusión digital (muy efectivo en las escenas deportivas) y el apasionamiento melódico. Para ello Goldsmith volvió a servirse de su bien conocida simbiosis entre música electrónica y orquestal, en un conjunto que, una vez más, resultó de una efectividad incuestionable.
Hoosiers supuso una más que merecida nominación al Oscar, que, incomprensiblemente, cayó en manos de Herbie Hancock por Round midnight. De hecho, el músico californiano sólo lo ha ganado en una ocasión, por The omen. Una muestra más de la ceguera “académica” a la hora de reconocer el talento de los auténticos artistas.
Orquestador: Arthur Morton.
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